El blog cumplió un año, entre debrayes, consejos y relatos, pasando
por etapas de inspiración y de bloqueos creativos.
Este es mi blog sigue siendo el mejor
medio que tengo para expresarme y sacar a la luz todas las ideas locas que se
me llegan a ocurrir y mientras no encuentre otra manera de canalizarlas, el
blog seguirá.
Gracias a todos los que han tomado parte de su tiempo en contaminarse
con mis debrayes, gracias a los que leen en silencio, gracias a los que dejan
comentarios, a los que critican de manera constructiva, gracias a los que comparten lo que leen aquí, gracias
a los que han aportado con ideas y consejos para mejorar y a los que en algún momento
me han motivado a no abandonar este pequeño pero estimado proyecto.