Te descubres constantemente pensando en ella, pero tus pensamientos no te entusiasman de manera positiva. La superaste, sobreviviste, lograste escapar de manera milagrosa de entre sus afiladas garras, te compadeces del pobre tipo que se encontrará enganchado a ella en este momento.
Por un momento te sientes un ganador, sin embargo, los bellos momentos también permanecen en tu memoria, entonces la garganta se empieza a cerrar, recuerdos de lugares, canciones y hasta aromas te transportan al espacio y tiempo en que eras feliz y estabas... enamorado, sabes que lo estabas, estabas, estabas... Esa flexión verbal en tiempo pasado provoca el nacimiento de una lagrima que ya recorre tu mejilla. Al darte cuenta, te avergüenzas de ti mismo... por que llorar por una PUTA!